Los Profetas,
Ejecutores del Pacto

Profeta Edgar Iraheta

Es sumamente importante no hacer de los profetas, adivinos, cuando Dios les ha dado un llamado a ser representantes de su pacto a través de su Voz.

Profeta Edgar Iraheta

COORDINADOR DE CI EN ESPAÑOL

Estamos viviendo en tiempos críticos en el movimiento profético. Debemos entender el propósito de Dios para sus voces proféticas. Mientras que predecir los eventos futuros y el destino es parte del llamado y la función de los profetas. Estamos experimentando otro lado de los profetas que no hemos visto desde la antigüedad. En nuestra era moderna, hemos visto principalmente al profeta como una persona que escucha la voz de Dios para revelar el destino y el propósito en nombre de Dios para su pueblo y sus naciones. Sin embargo, los profetas de la antigüedad, cuando se estudian de cerca las declaraciones proféticas, jugaron un papel clave en la ejecución de las bendiciones y maldiciones del pacto en el contexto de este entre Dios e Israel.

Para entender por qué eran ejecutores y cómo eran, tenemos que entender el pacto que Dios había establecido con Israel. En la antigüedad los pactos eran basados entre un señor feudal y un plebeyo (sirviente). Esto garantizaba al plebeyo beneficios y protección (bendiciones) siempre y cuando cumplieran con las estipulaciones del pacto que habían hecho. La desobediencia o deslealtad traería los castigos (maldiciones) que fueron acordados bajo ese pacto. Dios hizo su pacto bajo este concepto entre Él e Israel. Este pacto fue entre Israel y Yahvé, el único Dios Verdadero. Ningún ídolo o dios podía venir entre ellos. El Dr. Gordon D. Fee en su libro “How to Read the Bible for All Its Worth” explica que:

Lo que es importante para su comprensión es que, al hacer un pacto con Israel en el Sinaí, Dios utilizó esta forma de pacto bien conocida cuando constituyó el contrato vinculante entre él mismo (Yahvé = “el Señor”) y su vasallo, Israel. A cambio de beneficios y protección, se esperaba que Israel cumpliera las muchas estipulaciones (es decir, los mandamientos) contenidas en la ley del pacto, tal como lo encontramos en el Éxodo 20-Deuteronomio 33.

Esto nos ayuda a sentar las bases del contexto en el cual funcionaban los profetas en el Antiguo Testamento. ¿Cómo entonces Dios usó a los Profetas para hacer cumplir este pacto?

La mayoría de las declaraciones proféticas en el Antiguo Testamento no eran predictivas, eran una respuesta a la lealtad o deslealtad de Israel al pacto que habían hecho con Dios. Los profetas hicieron cumplir el pacto anunciando (profetizando) la falta de cumplimiento de esos requisitos o el cumplimiento del mismo. De esta manera, quedaría claro que lo que estaba ocurriendo o a punto de ocurrir se debía al pacto que habían hecho con Dios. Las declaraciones proféticas se dirigían a individuos, reyes, Israel, e incluso a naciones que no habían bendecido a Israel. Por eso Dios no permitió que sus profetas fueran heridos (Génesis 20:7, 1 Crónica 16:22) y Dios no haría nada hasta que lo revelara a sus profetas (Amós 3:7).

Israel tenía una clara expectativa de que, si no cumplían con su fin del pacto, Dios hablaría a través de sus profetas, y el resultado sería el castigo por ser desleal. Si Israel cumplía su pacto manteniéndose en relación solo con Él, las bendiciones y la protección vendrían sobre ellos. Por esta razón, aunque a Israel no le gustara lo que el profeta decía, no podrían evitarlo. Los profetas simplemente hablaban en nombre de Dios basándose en el pacto que Israel había hecho con Él. (Lea el Deuteronomio 28)

Un ejemplo que nos da a ver esta función se encuentra en el libro de Jeremías. Leamos cuidadosamente este pasaje:

Jeremías 25:1-11 (NVI)

Cuando Jeremías profetiza que Israel entraría en cautividad esto era el Profeta como ejecutor declarando que Israel había sido desleal a Dios. Él estaba haciendo una declaración profética basada en el pacto que Israel tenía con Dios. Y por su desobediencia Dios removió sus bendiciones e Israel entro en cautiverio. La profecía de Jeremías declarando el juicio no era predictivo. Era inevitable basada en el pacto. La única parte predictiva de su declaración era el tiempo de cautividad, y en este caso fueron 70 años. (Jeremías 25:1-11) Con este fundamento podemos aclarar y entender el ministerio profético de los profetas mejor.

Concluiré con esto, mientras que los profetas pueden y traerán la revelación sobre el destino y los propósitos de Dios para las naciones y personas individuales, ellos tienen un llamado fundamental para hacer cumplir el Pacto de Dios con su pueblo. Es sumamente importante no hacer de los profetas adivinos cuando Dios les ha dado un llamado a ser representantes de su pacto a través de su Voz. Pero esto nos trae a un punto de investigación. ¿Qué significa esto en el contexto de un nuevo pacto? La próxima semana examinaremos cómo sucede eso en el contexto del Nuevo Pacto a través de Cristo.

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