“Hoy te doy autoridad para que hagas frente a naciones y reinos. A algunos deberás desarraigar, derribar, destruir y derrocar; a otros deberás edificar y plantar”. Jeremías 1:10 

EL LLAMADO Y AUTORIDAD DE LA IGLESIA 

Como Iglesia, entendemos el significado de  Jeremías 1:10, nosotros somos el único agente autorizado sobre las naciones y reinos que puede traer una reforma efectiva. Cuando entramos en la guerra espiritual, derrocamos gobiernos, potestades y estructuras ilegítimas, tanto en lo natural como espiritual. 

A pesar de esta autoridad, hemos estado atrapa-dos en un ciclo; estancados y sin mucho avance. Teniendo que batallar continuamente para retomar el territorio que alguna vez poseímos. Parece que cada cierto número de años necesitamos una nueva estrategia y un nuevo plan de batalla.  No pretendo desacreditar el impacto de las victorias pasadas; el enemigo sabe que tenemos la capacidad de tomar territorios. Sin embargo… hay un componente adicional en nuestra guerra, adicional a las estrategias y planes de batallas. El llamado y autoridad de la Iglesia tiene varios componentes para que la guerra espiritual sea efectiva: 

DESPLAZAMIENTO. DESTRUIR, DERROCAR Y QUEBRAR LOS PODERES ILEGÍTIMOS. 

Desplazamiento se define como  ‘remover a alguien o algo por alguien o alguna otra cosa para tomar su lugar’. Esto se lleva a cabo principalmente con actos proféticos que activan la autoridad, tiempo y agenda de Dios. Otra forma de hacerlo es por medio de milagros y echar fuera demonios. Esto es debido a que la manifestación del Reino de Dios expone a las potestades ilegítimas. Además se logra mediante la predicación y el evangelismo. Cuando hay un desplazamiento se remueve la influencia y la fuente de poder de las estructuras que no son legítimas. La mayoría de intercesores están familiarizados con este tipo de trabajo y lo han estado haciendo por años. 

RESTAURACIÓN. ESTO SE LLEVA A CABO A TRAVÉS DE EJECUTAR LOS MODELOS Y PLANES DE DIOS. 

Restauración se define como la acción de retornar algo a su dueño, lugar o condición original. Hemos visto que en cada movimiento de restauración de Dios, un desplazamiento y restauración que lleva a establecer la voluntad de Dios. En los últimos 500 años, Dios ha restaurado, vuelto a instituir el diseño celestial para la Iglesia. Nos estamos moviendo a establecer el Reino de Dios, en el cual un nuevo ejército de reformadores van a expandir la influencia del Cielo en la tierra. 

¿CUÁL ES EL COMPONENTE FALTANTE? 

Para quebrar el ciclo de guerra, y no me refiero a que se acabará el conflicto con el enemigo, sino que una vez que hemos ganado una victoria, ganemos el territorio. 

ESTABLECIMIENTO. ESTABLECER EL GOBIERNO DEL REINO, INFLUENCIAR, PLANTAR Y EDIFICAR. 

‘Hay una temporada para todo, un tiempo para cada actividad bajo el cielo. Un tiempo para nacer y un tiempo para morir. Un tiempo para sembrar y un tiempo para cosechar. Un tiempo para matar y un tiempo para sanar. Un tiempo para derribar y un tiempo para construir’ Eclesiastés 3:1-3. El tiempo para plantar y edificar es nuestro tiempo.

LOS ZOROBABEL Y NEHEMÍAS SE ESTÁN LEVANTANDO

El libro de Esdras se enfoca en la reconstrucción del templo; la reforma y restauración espiritual. Mientras que Nehemías se enfoca en la reconstrucción de las murallas de Jerusalén y la reformas del gobierno.  Tanto Esdras como Nehemías experimentaron la liberación del cautiverio, pero entendieron que tenía que haber una reconstrucción y una siembra para establecer su libertad y asegurarla. Tanto Esdras como Nehemías representan lo que está en el corazón de Dios y la agenda del Cielo. 

Hay una unción como en Esdras 5:1-2 que está viniendo sobre los intercesores proféticos del Cuerpo de Cristo para que se levanten en las plantaciones de iglesias apostólicas-proféticas que crearán una habitación para el Señor.  La primera ola de exiliados fueron posicionados divinamente para reconstruir el templo, para establecer la habitación de Dios. Mientras hacían esto, se desato una gran oposición. Dios envió ayuda por medio de los profetas para quebrar el asedio. 

‘En este tiempo, los profetas Hageo y Zacarías, hijo de Iddo, profetirzaron a los judíos que estaban en Judá y en Jerusalén. Hablaron en nom-bre del Dios de Israel, quien estaba sobre ellos. Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Jehosadac, respondieron y continuaron la reconstrucción del templo de Dios en Jerusalén. Los profe-tas de Dios estaban con ellos y los ayudaban’. Esdras 5:1-2. 

Los guerreros necesitan estar detrás de una nueva generación de evangelistas y plantadores de iglesias. El enemigo quiere parar el movimiento de plantación en la Iglesia de lo apostólico y profético. También tenemos la unción de Nehemías 4:17 que viene sobre los intercesores del Cuerpo de Cristo. 

‘Sin embargo, de ahí en adelante, solo la mitad de los hombres trabajaba mientras que la otra mitad hacía guardia con lanzas, escudos, arcos y cotas de malla. Los líderes se colocaron detrás del pueblo de Judá que edificaba la muralla. Los obreros seguían el trabajo, sosteniendo con una mano la carga y con la otra un arma’. Nehemías 4:16-17. 

Tal como Nehemías, posiciónate detrás de aquellos que tienen una visión del Reino para construir ciudades y naciones. Dios está llamando a los intercesores para que se levanten y empujen el movimiento para establecer nuevos territorios. Dios te está ungiendo, no con un nuevo plan de batalla, sino para establecerte en tu territorio.